jueves, 18 de julio de 2013

Eros y Thanatos

       Los impulsos creativo y destructivo han sido motores de la conducta humana desde tiempos inmemoriales, pero es Freud quien nos los hace ver con mayor claridad al definirlos para nosotros y explicarnos su función en la mente humana.
 
       Eros es el Impulso De Vida que busca el placer y se caracteriza por sus ansias expansivas, induciéndonos no sólo a la reproducción, sino a la creación –mental y física– en todas sus formas, llevándonos primariamente a satisfacer los instintos naturales y, en general, a sentir placer y disfrutar de la vida lo más posible.
 
       Thanatos, en cambio, es el Impulso De Muerte que conlleva la destrucción y se caracteriza por sus actitudes retractivas, buscando el retraimiento y la inactividad. Es la parte de nuestro ser que nos prepara para aceptar la inevitabilidad de la muerte… pero también lo que nos motiva a enfrentarla cuando las circunstancias de la vida se vuelven intolerables. Adicionalmente, es el impulso que nos lleva, primariamente, al aislamiento, la depresión y la violencia (que es la fuerza fuera de control), en contra de nosotros mismos o de los demás y, también, a la cólera, la indignación y la lucha por la supervivencia.
 
       Eros y Thanatos beben ambos de nuestras fuerzas volitivas –lo que Freud llamaría energía nerviosa– y se reparten la totalidad de las mismas, con lo cual toda energía no aprovechada por el Eros, pasa inmediatamente a reforzar el Thanatos (y viceversa), esto es, mientras más disfruta y mientras más placer tiene una persona, menos violenta es. Por lo tanto, sacrificar el Eros en aras del Thanatos, destruye el sano placer y toda esperanza de felicidad y, adicionalmente, estimula el aislamiento –hasta el extremo de la paranoia actual–, desata la violencia y corrompe totalmente las relaciones, al suprimir lo natural y reemplazarlo por perversiones morbosas.
 
       En términos psicológicos, lo que está ocurriendo es que nuestra sociedad desarrolla el Thanatos mientras reprime el Eros, se exacerba por todos los medios lo artificial y tóxico hasta niveles brutales en busca de emociones fuerteslo extremo, como se ha dado en llamar– mientras no sólo se deja de lado, sino hasta se rechaza y prohíbe lo natural. Éste es el origen del moderno estrés, que se presenta como un visible obstáculo para una sexualidad sana y placentera.
 
       Una persona que se halla bajo mucha tensión suele desarrollar úlceras, si es muy colérica suele tener problemas de hígado, si se halla oprimida por la angustia o los nervios puede desarrollar problemas cardiacos y cuando se deprime tiende a estar más accesible a todo tipo de enfermedades e infecciones porque sus defensas bajan, igualmente, una persona que mantiene el ánimo alto, tiene mejores posibilidades de mantener su salud. Parecería como si la mente le dijera al cuerpo "vale la pena vivir, vamos a disfrutar la vida" y ése es el secreto del Eros.
 
       Hace mucho tiempo, un discípulo de Freud, Wilhelm Reich, probó en forma práctica que cuando nos deprimimos, cuando nos aferra ese Thanatos, ese instinto destructivo, ese deseo de destruir todo, nuestros problemas aumentan.
 
       No digo que no existan problemas, lo importante es mantener la esperanza, esforzamos por pensar en forma positiva, por vivir cada día con una sonrisa y no dejar que nos hinchen el hígado o que nos tiren basura; con esto nuestra calidad de vida mejora, nos relacionamos mejor con los que nos rodean, podemos dar más amor a aquéllos que nos aman y podemos disfrutar de la vida en forma plena.
 
       Mohammed Narayan –poeta pakistaní, laureado internacionalmente– describe la globalizada y pervertida sociedad mundial de nuestros tiempos:
 
Algo enfermo debe haber en una sociedad que da amplia difusión al crimen y las diversas manifestaciones del sadismo y otras perversiones sexuales, pero oculta con temor los hechos básicos relativos a la procreación y a la ternura de los cuerpos que se aman.
 
       ¿Por qué es tan importante todo esto? ¿Acaso es necesario aprender erotismo? La pregunta se la hizo hace muchos siglos el autor del Kamasutra, que nos dice: "Lo que nos diferencia del animal es el hecho de poder crear arte... y el ser humano es el único que puede poner arte en hacer el amor".
 
       No perdamos de vista que el sexo es lo que nos da, en mucho, la alegría de vivir, la sexualidad es parte de nosotros mismos desde que nacemos, es algo natural, es parte de nuestra naturaleza humana.

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