[Compromiso (1 / 5) • Qué es un Compromiso]
La Palabra es —desgraciadamente— un valor que “no se estila” hoy en día, pues implica cumplir lo que uno ha dicho aunque después cambie de opinión, no le guste o llegue a la conclusión de que ofreció algo que no le conviene.
Antiguamente, no había dudas ni marcha atrás... la Palabra de Honor ataba con tanta o más solidez que una gruesa cadena... pero esos eran tiempos en que aún había Honor (ya hablaremos de esto más adelante).
Lo importante es recordar que la Palabra —antes— bastaba como garantía y cabe recordar que una garantía —para ser tal— debe implicar tal nivel de confianza como para que pueda aceptarse como prueba fehaciente de lo que no se ve. Por lo tanto (si recordamos que comenzamos con la definición de Compromiso), esto implica que si alguien asume un auténtico Compromiso conmigo, su sola Palabra debe ser para mí una garantía total y una prueba suficiente de que cumplirá —al pie de la letra— todo lo ofrecido.
Seamos francos... ¿Acaso hoy en día se dan tales circunstancias? ¿Conoce usted a alguien cuya Palabra le otorgue tal seguridad? Siquiera una persona así... ¡Una! ¡Piénselo...! ¿Conoce una...? ¿Una sola...?
Por desgracia, la respuesta suele ser no. Y es que se ha perdido todo sentido del Compromiso.
Nuestra Sociedad se centra únicamente en la auto-complacencia y la debilidad de carácter (enmascarada como “bondad”)... [Compromiso (3 / 5) • El Honor]
Nuestra Sociedad se centra únicamente en la auto-complacencia y la debilidad de carácter (enmascarada como “bondad”)... [Compromiso (3 / 5) • El Honor]
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