Ha llegado a mis manos un curioso volante que, bajo el atractivo título de «Iguales ante Dios y ante la Ley», anuncia una «Marcha por la Igualdad Religiosa», siendo auspiciada por diversos grupos evangélicos, y teniendo por fin el dirigirse al Congreso para reclamar —supuestamente— dicha igualdad.
Sin embargo, al dorso de los volantes, encontramos, bajo el título de «¿Para qué es importante la Ley de Igualdad Religiosa?», que los motivos serían:
1. Para que nuestros hijos tengan el derecho de recibir clases de religión de maestros o pastores cristianos evangélicos.
2. Para que los miembros de la comunidad cristiana evangélica que están sirviendo en las fuerzas armadas puedan contar con el apoyo espiritual de capellanes pastores evangélicos.
3. Para que los miembros de la comunidad cristiana evangélica que se encuentran hospitalizados puedan recibir auxilio espiritual de sus respectivos pastores sin estar limitados de horarios de visitas.
Es interesante que, en este punto, se agrega explícitamente:
«La "Ley de igualdad religiosa" no pretende vulnerar ni quitar los derechos adquiridos por la Iglesia Católica a quien respetamos.»
En buen castellano, NO se está buscando una auténtica Libertad Religiosa (que, de hecho, debería incluir a TODOS los Credos por igual), sino que se está pidiendo "para los cristianos evangélicos" —y para nadie más— las mismas prebendas de las que, por siglos, ha disfrutado la Iglesia Católica (y las llamamos prebendas porque son privilegios del clero que tenemos que pagar todos los peruanos de nuestra propia tributación, seamos católicos o no).
El volante de marras se quita, al fin, la máscara cuando —en su última línea— dice con todas sus letras:
«Para que los cristianos evangélicos podamos gozar no sólo de un ambiente de libertad sino también de igualdad.»
De modo que ésta NO ES una Campaña por la Libertad Religiosa, sino algo diseñado para que —únicamente— las sectas cristianas "evangélicas" se suban al coche y gocen de los beneficios del caso... y esa aclaración de "evangélicos" se hace, deliberadamente, para poder desembarcar a los Testigos de Jehová, Mormones, Adventistas y todas las demás sectas cristianas que no sean de su agrado.
Aclaremos: No nos parece mal que los evangélicos —u otros grupos, sean Religiones o no— quieran reclamar por la Libertad Religiosa... Lo que nos parece mal es el engaño (que su propia Biblia condena), puesto que, aquí únicamente se busca "igualdad para los cristianos evangélicos", sin considerar en nada a otros Credos igualmente válidos.
¿Dónde quedan aquí las demás Religiones, tan dignas de respeto como el Cristianismo...? ¿Es que los Hinduistas, Budistas, Musulmanes y demás tenemos que ser tirados por la borda...? Y lo que decimos cae por su propio peso, porque si estos tan cínicos "hermanitos cristianos" ya defenestraron desde el inicio a otras líneas que también son cristianas con lo de "evangélicos sí... otros no"... ¿qué no querrán hacer con los que no somos Cristianos por habernos apartado de su clásica hipocresía?
No hay que olvidar que fueron, justamente, legisladores "evangélicos" los que quisieron dar una «Ley contra el uso de la minifalda»... ésa es la talla de fanatismo religioso que se gastan y ésa es su posición de vulnerar la libertad ajena con actitudes que, francamente, caían en el ridículo.
Es tiempo de reconocer —y respetar— la Libertad Religiosa, sin importar qué tanto nos agraden (o desagraden) las creencias de los demás... y no de usarla como bandera para sumarse a los privilegios de aquéllos que sirvieron a los conquistadores para destruir el orgullo de nuestros antepasados.
Ojalá alguien escuche en el Congreso... y recuerden que la Libertad Religiosa es para todos... ¡o NO ES Libertad!
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