Mucho se habla hoy en día de la Libertad. La gente la reclama, incluso, a gritos y por las calles... Pero, para que la Libertad sobreviva y sea para todos, se requiere de una Virtud muy mencionada —y pocas veces practicada— por los modernos Fariseos: La Tolerancia.
A fin de evitar confusiones, comencemos por recurrir al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española a fin de ubicar el sentido auténtico de Tolerancia y Tolerar:
Tolerancia:
1) Acción o efecto de tolerar (ver más abajo). 2) Respeto y consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás, aunque repugnen a las nuestras. [nuestro énfasis]
Tolerar:
1) Sufrir, llevar con paciencia. 2) Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente.
Cabe acotar aquí, en base a las definiciones dadas y aunque sea una verdad de Perogrullo, que una persona no puede dárselas de “ser muy tolerante”... y, a la vez, decir que “no tolera a los intolerantes” (léase: a quienes no piensan como ella).
Pero volvamos a centrarnos en la Libertad, que es el Tema que aquí nos incumbe... Con sólo pensarlo un poco, veremos que la Tolerancia no es otra cosa, en última instancia, que el pleno respeto a la Libertad ajena... aunque nuestro prójimo la use para fines diametralmente opuestos a los nuestros.
No hay posición más peligrosa para la Libertad Humana que la de los eternos intolerantes que, ante su rechazo por la posición ajena, transgreden la Libertad de los demás so pretexto de “hacerles un bien” al “rescatarlos de su error”.
A esta actitud de “Tutores de la Humanidad” y “Salvadores del Mundo” se han debido las mayores desgracias (y guerras) de la Historia, comenzando por las “campañas ‘civilizadoras’ de los salvajes ignorantes”, quienes —en realidad— solían vivir mucho mejor antes que los conquistadores viniesen a “salvarlos de su error”... ¡con espadas y hogueras!
Estas Cacerías de Brujas —generalmente instigadas por intereses políticos o económicos— han sido muchas veces, lanzadas por los Estados, emprendiendo Cruzadas contra los “infieles” y los “disidentes” o todo lo que pudiesen considerar “obsceno” o hasta “objetable” (en la limitada opinión de alguien).
Definamos de una buena vez cuál es nuestra posición real ante los Estados y el Mundo: Si necesitamos de Estados “paternalistas” que nos “protejan” porque nosotros “no sabemos elegir bien” y podemos “caer en el error”... llegaremos, forzosamente, a la conclusión de que toda la Humanidad —excepto los Santos y Sabios Censores— somos una tropa de tristes tarados (y, por tanto, no seríamos responsables de nuestros actos y todo castigo sería injusto).
Pero, si somos Ciudadanos adultos, en pleno ejercicio de nuestros Derechos y con una capacidad de decisión reconocida legalmente hasta el punto que nos permite elegir a nuestros propios Gobernantes... entonces nadie —absolutamente nadie— puede ni debe interferir en las decisiones que tomemos sobre nuestras vidas ni sobre lo que queramos ver, oír, leer o hacer (mientras no lesionemos el derecho ajeno).
Un pretexto que a menudo se invoca —en especial en lo relacionado con la InterNet— es el hecho de que “los niños se ven expuestos a contenidos no adecuados”... y esto no sólo se aplica a obscenidad, sino a violencia, posiciones políticas y opiniones disidentes en todos los campos.
La pregunta que surge aquí es: “¿Dónde están los padres y tutores?” Porque es fácil pedir que se elimine todo aquello que no quiero que vean mis hijos para que yo no tenga que darme el trabajo de cuidarlos... ¡pero esto NO es ser padres!
En lo que tiene que ver con la Net Mundial (WWW), debemos enfatizar el hecho de que existen actualmente múltiples Programas (muchos de ellos gratuitos) que impiden que el niño tenga acceso a los contenidos que los padres deseen evitarle (y el “rating” para esto abarca no sólo sexualidad, sino violencia y hasta lenguaje), de modo que no queda pretexto alguno para querer amordazar a la InterNet.
Dicho sea de paso, esto también podría decirse de cualquier Programa de TV, puesto que los padres sólo necesitan echar llave al Televisor... Sin embargo, lo que está realmente sucediendo es que —más y más y también en horarios tardíos— encontramos el Letrero de “Modificado para una Audiencia de Menores” antes de cada película en Cable-TV, aún en películas como “Oscar” (una comedia con Silvester Stallone) y en “Zeus y Roxanne” (un film sobre la amistad entre un perro y un delfín... ahora... ¿qué pudieron censurar allí?). Si no hacemos algo al respecto —y mejor lo hacemos pronto— nos encontraremos viviendo en un Jardín de Infantes a nivel mundial.
La Libertad NO es gratuita... ¡requiere LUCHAR por ella!
Es tiempo de que todos definamos —y defendamos— nuestra Libertad, comenzando por dar el ejemplo al tolerar —en forma auténtica— la Libertad (y Sexualidad) ajena.