sábado, 28 de septiembre de 2013

La Guerra De Los Sexos • 1ª Parte

Los hombres y mujeres de hoy en día se hallan pagando las duras consecuencias de una guerra generalizada que se inició hace ya más de 200 años... y aún dura. Ella es la principal destructora de hogares y la causante de la infelicidad de millones de seres humanos y el germen de esa tan generalizada sensación de angustia, incomodidad y tensión que a inicios de siglo se conocía como «el vacío vivencial» y actualmente se ha dado en llamar «stress».
Y sin embargo, esa desastrosa guerra muchas veces pasa desapercibida...


Mujer soldado
por Marie N. Robinson, M.D., Ph.D. (1958)

       Cuando uno se detiene a comparar la mujer auténticamente femenina -y sana- con la actual mujer neurótica (total o parcialmente frígida, angustiada, con "stress", etc.), ciertas preguntas nos vienen de inmediato a la mente: ¿Por qué -por ejemplo- hay tal cantidad de mujeres neuróticas hoy en día? ¿Es que millones de mujeres siempre han sido así, o es un problema de nuestra época? ¿Por qué -si el ser femenina puede ser tan agradable- tantas mujeres se aferran a sus neurosis y problemas, pudiendo llegar a solucionarlos?

       Para contestar a todas estas preguntas en forma parcial (o total), es necesario conocer primero un poco de historia, pues, a pesar de que cada caso de neurosis representa un problema psicológico a nivel individual, hemos encontrado que -sociológicamente hablando- la neurosis está enraizada en ciertos eventos destructivos que han afectado a la mujer durante los últimos doscientos años. Si logramos comprender esos eventos, comenzaremos a ver la imagen global del problema que ha sacado totalmente fuera de perspectiva a la mujer moderna, pudiendo recién distinguir cómo fue que ella perdió la dirección correcta y su sentido de ser mujer... y lo que debe hacer si desea algún día recuperarlos.

       La historia que les voy a relatar es la historia de una guerra... una guerra amarga y destructiva: La Guerra Entre Hombres Y Mujeres. Para demasiadas mujeres y hombres, aún continúa.

       Comenzó a fines del Siglo XVIII y el aparentemente inocente suceso que la inició fue la invención de la máquina de vapor, que dio paso a la era moderna. Parece difícil creer que este sistema -ya casi obsoleto- de crear poder pudiera ser tan importante... pero lo fue. Lanzó la así llamada "Revolución Industrial", que cambiaría toda la estructura de nuestra sociedad: nuestro modo de hacer las cosas, nuestro modo de vivir, la moral, la religión, el arte... ¡todo!

       Trágicamente, también cambió el hogar. Sería más exacto -si bien más desolador- el decir que destruyó el hogar; al menos, el hogar como se conocía hasta entonces. Aclaremos...

       En esa época, nuestra sociedad era -casi completamente- rural y basada en la agricultura; en otras palabras: los hogares eran granjas. Habían ciudades y algo de industria, por supuesto, pero, donde existían las industrias, éstas eran casi totalmente industrias hogareñas, manejadas por familias individuales. El hogar, entonces, era, casi sin excepción, el centro de toda la vida, tanto económica como social y educacional. Todo se producía en casa... no habían tiendas para ir a comprar nada. El hombre fabricaba hasta sus propias herramientas, siendo su propio herrero, carpintero y arquitecto, construyendo su propia casa y cuidaba de mantenerla en buen estado.

       El lugar de la mujer en este antiguo hogar familiar estaba indisputadamente en el mismo centro, como compañera fiel -a nivel con su esposo- en las múltiples responsabilidades, deberes, gozos, esperanzas, y temores del hogar. Su trabajo era pesado y constante: ella cocinaba los productos que había cultivado y cosechado con su esposo, tejía la tela, cosía las ropas para toda la familia, limpiaba, fregaba, lavaba y planchaba de la mañana a la noche.

       Los niños, en cuanto tenían la edad suficiente, aliviaban en algo sus labores; pero ella era la responsable de su educación -pues las escuelas públicas no existían aún- y ésta no consistía simplemente en leer y escribir, sino en todo lo que ella sabía de la multitud de artes, oficios y técnicas que se requerían para manejar el hogar.

       Su recompensa por todo esto era el hecho de ser necesaria, amada y tenida en la más alta estima por su esposo y por toda su familia. Si la mujer fallaba en sus deberes o moría, eso no sería meramente un evento triste o inconveniente para la familia... ¡sería un desastre!

       Y es que todas las actividades de este papel de apoyo, si bien diferentes de las del hombre, eran igualmente importantes.

       El concepto de frigidez en el matrimonio era prácticamente desconocido para la mujer de entonces... El amor, su hogar y su trabajo diario eran una experiencia unificada y profundamente satisfactoria para ella en todos los niveles. Como mujer, ella se sabía intensamente necesaria y, habiendo sido criada para ser capaz de enfrentar esta necesidad, no tenía ocasión alguna para dudar de su propio valor o habilidades.

       Entonces, lenta y deliberadamente, sus deberes y responsabilidades le fueron quitados uno a uno: su relación tan cercana con su marido fue destruida y su importancia ante sus propios hijos disminuyó dolorosamente.

       Las nuevas máquinas comenzaron a tomar el control y a desplazar todas aquellas cosas que se hacían antes a mano. El transporte se desarrolló y el comercio entre lugares que antes eran remotos el uno del otro se hizo posible. Un hombre podía ahora hacer mucho más dinero del que jamás había soñado, con sólo cubrir una necesidad de algún grupo o comunidad. Y así la industria, en el sentido en que la conocemos ahora, comenzó apresuradamente. Las fábricas brotaron y necesitaban hombres para manejarlas. Entonces los esposos, que hasta entonces habían trabajado en el hogar, al lado de sus esposas, comenzaron a trabajar fuera del hogar, desarrollando vidas independientes -hasta cierto punto- de las actividades y preocupaciones de su casa.

       El surgir de los bienes manufacturados de las fábricas, comenzó a convertir las habilidades hogareñas y las técnicas que usaba la mujer en innecesarias. Conforme el tiempo pasaba y las nuevas ideas se desarrollaban para enfrentar las nuevas condiciones creadas por las máquinas, la educación de los niños pasó del hogar a una nueva institución: la Escuela pública.

       Todo esto ocurrió lenta, muy lentamente, a lo largo de generaciones, y los resultados de la Revolución Industrial no se sintieron en toda su fuerza y alcance hasta nuestro siglo.

       Al principio, el proceso fue tan gradual que tan sólo algunas mujeres desparramadas aquí y allá, sintieron el impacto del cambio, pero, con el transcurrir de los años, el proceso se extendió y más y más familias fueron arrastradas al vértice de la industrialización y finalmente cambió las vidas de cada individuo en la tierra.

       Muy lentamente, pero en todas partes, las mujeres comenzaron a despertar de un sueño centenario de paz y felicidad para encontrarse desposeídas. Su lugar central en el hogar había desaparecido, junto con él habían desaparecido su importancia económica, su cercanía de trabajo y compañerismo con su esposo, sus funciones de profesora y guía moral de sus hijos... Hasta los mismos hijos se habían ido al colegio, tal como los esposos se habían ido antes a las fábricas y a los nuevos lugares de trabajo.

       ¡Sí! ¡Había sido desposeída! Desposeída de todas aquellas cosas que durante siglos habían definido para ella lo que era ser mujer, lo que había apoyado a su ego y le había proporcionado el conocimiento cierto de que el ser mujer, por duro que fuese, era una cosa maravillosa y deseable. Ella sentía su femineidad misma devaluada y todas las cosas que representaba dejadas de lado, como si nadie las quisiera.

       Entonces reaccionó violentamente y con cólera ante esta depreciación de sus atributos femeninos, de sus habilidades y funciones. Desgraciadamente, su reacción fue equivocada... el tipo de reacción de la cual ninguna solución feliz para ella se podía lograr.

       Al buscar el villano en el asunto, cometió el error de echarle la culpa nada menos que a su compañero a lo largo de los siglos: El hombre. Según ella, él era el que la había abandonado, el responsable por su pérdida de auto-respeto como mujer y madre, por la pérdida de su igualdad social, mental y moral. Seguramente, los hombres despreciaban a las mujeres. ¡Muy bien! ¡Ella les mostraría de lo que era capaz! Simplemente dejaría de ser mujer. Entraría a la competencia contra ellos en su propio nivel. ¡Al diablo con ser una mujer! ¡Ella sería un hombre más!

       ¿No lo cree...? ¿Le parece exagerado...? ¿Las mujeres como sexo jamás habrían tomado tal decisión? Bueno, miremos más de cerca algunos de los hechos...

       Es especialmente importante para ello el detenernos a analizar en detalle el Movimiento Feminista: Fue lanzado por Mary Wollstonecraft en 1792 -menos de treinta años después de la invención de la máquina de vapor que dio paso a la Revolución Industrial- y su poder e influencia fueron enormes... y siguen siéndolo hasta nuestros días. Ha sido el vocero auto-asignado de las mujeres por más de doscientos años y su programa de reformas ha logrado realizarse casi hasta el último detalle.

       ¿Qué era lo que el Movimiento Feminista intentaba realmente lograr? Me permito citar lo que dos profundos estudiantes del Feminismo, Ferdinand Lundberg y Marynia F. Farnham, dicen en su libro "Mujeres Modernas, El Sexo Perdido":
"Lejos de ser lo que decían ser, esto es, «un Movimiento para lograr una mayor auto-realización de la mujer», el Feminismo fue la negación misma de la femineidad. A pesar de que era hostil a los hombres y hostil a los niños, en el fondo era, por encima de todo, hostil a las mismas mujeres, ya que las llevó a cometer un suicidio como mujeres, al intentar vivir como hombres... Psicológicamente, el Feminismo tenía un único objetivo: El logro de la masculinidad en la mujer... o el mayor acercamiento posible a ello. Hasta donde -desgraciadamente- lo logró, solamente produjo un inmenso sufrimiento individual para los hombres -así como para las mismas mujeres- y mucho caos social."
       ¿Cuál era entonces el Programa de las feministas? De hecho Mary Wollstonecraft lo había enunciado en forma completa en su libro "Una Vindicación de los Derechos de la Mujer" y el Movimiento Feminista jamás se desvió de sus demandas originales: Ella afirmaba que hombres y mujeres eran idénticos en todas sus características fundamentales y que, por tanto, las mujeres debían recibir la misma educación que los hombres, ser gobernadas por las mismas pautas morales, hacer el mismo trabajo y tener idénticos derechos y deberes políticos. Las mujeres debían ser tratadas exactamente como los hombres en cada detalle de la vida y se les podía hacer las mismas demandas que a ellos en todos los campos y aspectos.

       El atractivo de este programa fue enorme. La mujer del Siglo XIX se dijo: "¡Ah! Si tan sólo pudiéramos lograr esto, entonces podríamos volver a ser felices una vez más". El hecho -y es tristemente sencillo comprobarlo- es que ahora todo el programa se ha logrado realizar... pero la mujer moderna, habiendo cosechado sus "beneficios" en forma plena, está más confundida y, probablemente, mucho más infeliz que antes.


Continuará...
 
 

viernes, 27 de septiembre de 2013

Grog Effréné

(Café con Leche... ¡con bomba!)

      Aquí tenemos la Receta de un Grog (Café con Leche y Licor) que viene a ser la Versión Francesa del Grog Irlandés.

      Quienes prefieran tomar el Grog Irlandés basta con que reemplacen el Cognac Francés por un auténtico Whisky Irlandés (Ojo: No por “Scotch” que es el Escocés ni “Bourbon” que es el Británico).

      Adicionalmente, quienes deseen saber (y probar) lo que realmente es el Café Irlandés (que no es simplemente café con una copita de Whisky), encontrarán aquí la Preparación alternativa...
 
      Para los ociosos actuales, que en vez de pasar pacientemente su Café utilizan el “Café Instantáneo” (y se pierden lo mejor del Café), puede reemplazarse la Esencia de Café por una taza de agua caliente en la que se haya diluido una Cucharada (sí, cucharada grande y bien llena) de su químico favorito (porque eso... no es café).
 


Ingredientes

(Por taza, pues debe prepararse así)

     Huevos              1 huevo            Separar la yema
     Azúcar Blanca       3 cucharaditas     ¡Bien llenas!
     Leche Evaporada     1 taza             ¡Sin diluir!
     Esencia de Café     1 taza             Bien cargada y de buen Café
     Cognac Francés      1 copa             ¡Generosa!
     Crema Chantilly     1 cucharada        (Puede ser Merengue)            Opcional
     Licor de Menta      1 cucharadita      Puede ser Licor de Café         Opcional
     Chocolate           1 trozo            Obscuro (tipo Bitter)           Opcional

Preparación

      Ojo: ¡Debe prepararse cada taza por separado!

      En un Mug (taza tipo Chopp) batir fuertemente y durante algún rato la yema con el azúcar hasta lograr emulsionarlo (obteniendo un color blanquecino, tan claro como se pueda). Agregar recién entonces, y poco a poco, el Cognac, moviendo para que la mezcla se mantenga uniforme.

      Para preparar Café Irlandés: Agregar luego la Esencia de Café hasta llenar completamente la taza. Eso es todo... no agregar nada más. Tomar bien caliente.

      Para preparar Grog: Añadir entonces la Esencia de Café (cantidad al gusto, se le puede agregar una puntita de Cacao en polvo para suavizar aún más el sabor) y mover (suavemente) hasta lograr una mezcla homogénea. Finalmente, agregar la leche (recién hervida, pero dándole unos momentos de reposo, a fin de que no cocine el huevo) moviendo todo el tiempo y hasta llenar la taza. Cubrir con la Crema Chantilly (o con un merengue simple si se prefiere aprovechar las claras), bañándola con la cucharadita de Licor de Menta (o Licor de Café) y pudiendo adornar con rayaduras de Chocolate Obscuro.



miércoles, 25 de septiembre de 2013

La entrevista con Susana Jimenez


     De todas las entrevistas internacionales que hemos tenido, la experiencia que nos ha dejado más y mejores recuerdos es, sin lugar a dudas, la ocasión en que fuimos entrevistados por la afamada conductora argentina Susana Jimenez.
     Era febrero de 1997 y, si bien la fiebre posterior a nuestra llegada a Perú luego de la escandalosa deportación de que fuimos objeto por parte del Gobierno Chileno (en abril de 1996), ya había decrecido un poco, todavía resultábamos objeto de gran interés por parte de los Medios tanto nacionales como internacionales.
     La producción del programa de Televisión «¡Hola Susana!», que conducía Susana Jiménez en aquél entonces, se puso en contacto con  nosotros y en poco tiempo ya habían organizado nuestro viaje a la capital Argentina.
     Si bien no solicitamos ningún tipo de remuneración a cambio, sí les pedimos que asumieran todos los gastos de nuestro viaje, estadía y viáticos y además les pedimos un día entero para nosotros, para poder pasear a nuestro gusto por la ciudad y comprar algunos recuerdos.
     Cuando estábamos rumbo al Set de televisión, nos cruzamos momentáneamente con Susana quién, interrumpiendo amablemente una conversación con su Productor, se acercó a saludarnos afectuosamente y a preguntarnos —con evidente interés— sobre nuestro viaje, si estábamos bien y si necesitábamos algo.
     Durante la entrevista también demostró ser una gran persona, con preguntas alturadas y constantes muestras de cortesía y todos guardamos un grato recuerdo de ese momento.
     Finalmente, cuando se produjo el corte para comerciales y se dio por concluida la entrevista, su equipo de Producción ya estaba esperándonos para conducirnos de vuelta al hotel, pero nosotros, que habíamos estado conversando de que nos hubiera gustado tomarnos una foto con ella, dudamos unos instantes en seguirlos fuera del Set, detalle que no pasó desapercibido para Susana, que se acercó prestamente a preguntarnos si necesitábamos algo más... Definitivamente, la simpatía que ella desborda no se limita a las cámaras de televisión, ya que Susana, haciendo oídos sordos de su personal que la apremiaba, dado que estaban a punto de salir de comerciales, se dio el tiempo necesario para cumplir nuestro deseo.
     Justo antes de partir, nos dijeron que del Programa «Videomatch» que se estaba filmando en esos momentos en otro Set, querían entablar comunicación vía micrófonos con Ricardo… El conductor del programa —de corte bastante más ligero—, si bien con su toque humorístico, también supo guardar con nosotros las cortesías del caso y fue muy cómico cuando Marcelo Tinelli, impresionado ante las respuestas de Ricardo le dijo ¡¡Ché, Badani, si vos sos más grande que Maradona!!, lo cual, viniendo de un Argentino, era definitivamente el mayor elogio que le podía rendir.
     Volvimos todos muy alegres a descansar al hotel y por la noche salimos a comer el famoso Chivito a la parrilla en la calle Lavalle. En esos momentos corroboramos que definitivamente, el programa de Susana tenía un gran nivel de sintonía, ya que, a pesar de haber aparecido hacía tan sólo unas pocas horas y durante tan pocos minutos en el Programa, la gente nos reconocía fácilmente en las calles y nos brindaban sus cariñosos saludos, incluso —cosa curiosa por lo coincidente—,  más de un Argentino le gritó a Ricardo ¡Badani! ¡Bendito sos entre todas las mujeres!.
  
     A la mañana siguiente nos levantamos muy emocionados ya que íbamos a dedicar el día entero a pasear por las calles bonaerenses y por la noche —como broche de oro para nuestro viaje— teníamos pensado ir a un espectáculo gratuito de Tango en un Teatro que habíamos descubierto la noche anterior de camino al hotel, luego de disfrutar nuestra deliciosa cena.
     Oh desilusión.

     En cuanto bajamos a desayunar fuimos abordados por el Productor de Susana en persona —quien nos había estado esperando desde muy temprano— que nos dijo que habían recibido infinidad de llamados solicitando que volviéramos a presentarnos en el programa, ya que la gente pensaba que no había habido el tiempo suficiente para resolver todas las inquietudes y que tenían mucho interés de escucharnos hablar a nosotras también.
     Habían sido tan amables con nosotros que aceptamos, aunque un tanto apenados, ya que el programa se filmaba al mismo tiempo que el show de tango que queríamos ver, pero nos quedaba el consuelo de que siquiera podríamos recorrer un poco las calles, tal como habíamos planeado, hasta que fuera la hora del programa.

     Nueva desilusión, ya que el productor, luego de despedirse amablemente de nosotros, dio órdenes estrictas a su gente para que nos llevaran a cuanto lugar quisiéramos en la camioneta del canal y que no nos dejaran solos por ningún motivo, ya que temía que algún otro canal quisiera aprovechar de entrevistarnos también...

miércoles, 18 de septiembre de 2013

SILENCIO POR FAVOR



     Tan importante como la contaminación atmosférica es la contaminación acústica pues el ruido produce:

Cansancio crónico
Tendencia al insomnio
Inhibición del deseo sexual
Enfermedades cardiovasculares
Trastornos del sistema inmune
Trastornos psicofísicos
Cambios conductuales

     ¿Acaso somos animales o vivimos en la jungla? ¿Es que no poseemos sentido de convivencia alguno?

Basta de contaminar el planeta
y basta de ruidos

¡Detengámonos ya!

viernes, 13 de septiembre de 2013

Creme Brulée



 

      También llamada Crema Quemada, es originaria de Francia. Su característica principal es que lleva una capa de caramelo quemado (brulée) en la superficie.
 

 

Ingredientes
3 Yemas de Huevo
1 Huevo
130 g. Azúcar
1 chorrito de Esencia de Vainilla
1 tz. Leche Tibia
50 g. Azúcar Rubia
50 g. Azúcar Blanca

Preparación
      Bate el huevo y las yemas con la batidora eléctrica.
     Cuando se forme una mezcla de color amarillo claro agrega un chorrito de esencia de vainilla y sigue batiendo.
     Vierte la leche tibia a la mezcla anterior y sigue batiendo, pero a menor velocidad para que no salpiques la mezcla.
     Añade la crema de leche y, esta vez, mezclar suavemente con una batidora manual.
     Pon la crema en pocillos y cocina en horno a baño maría a 180°c por 30 minutos.
     Cuando esté listo retira del horno y déjalo enfriar.
     Mezcle el azúcar rubia y el azúcar blanca y espolvorea sobre la crema fría y con un soplete derrite el azúcar hasta que quede un caramelo brillante... y listo para saborearlo.

 

viernes, 6 de septiembre de 2013

Corrompiendo A Los Niños

       Nuestra sociedad está corrompiendo a nuestros niños desde pequeños...

Corrompiendo Con Dulces

Niños pidiendo dulces en halloween       Veamos, por ejemplo, la fiesta de Halloween, tiene por origen el insidioso chantaje que los brujos y hechiceros ejercían sobre los campesinos europeos en estas fechas, para obtener víveres para el invierno, amenazando con todo tipo de calamidades y maldiciones a quienes les negaban lo que pedían. Es de allí de donde proviene la famosa frase de “Trick or treat” (“Te haré daño sino me das algo”) con que los niños tocan a las puertas.
 
       Y lo que los niños hacen en esa noche no es menos malo —proporcionalmente— que lo que hacían los brujos de antaño... a quien no les da los dulces que ellos esperan le garabatean “tacaño en sus paredes, le rayan la puerta o le hacen cualquier otro daño similar. Lo que los niños terminan por aprender es que tienen “derecho” a exigir —en realidad, a chantajear— a los demás, “castigando”, por propia mano, a quienes no se avengan a sus demandas. Y, por supuesto, caen también —demasiado a menudo— en actos de vandalismo.
Músicos criollos 
      Es como si en esa noche, al disfrazarlos de brujas, fantasmas y demonios, autorizándolos a pedir dulces —e, indirectamente, a dañar la propiedad privada— borrásemos todo lo que les habíamos enseñado, al decirles que las brujas y demonios son buenos (al menos esa noche) y que podemos aprender de ellos cómo exigir (con amenazas) todo lo que queramos.
 
       Y esta absurda “fiesta” anglosajona se está promocionando cada vez más, en detrimento del Día de la Canción Peruana, que —en vez de dañarlos— enseñaría a nuestros niños a valorar la belleza de lo nuestro.
 
Sistemas Invertidos

       Pero más grave aún es el actual sistema de educar —o, para ser exactos, de maleducar— a los niños de hoy...
 
       Antes, se les definían muy claramente todos sus deberes y se les exigía cumplirlos, aplicándoseles castigos sino los asumían (o si cometían alguna falta) y reservándose los premios únicamente para aquellos esfuerzos que iban más allá de lo que eran sus obligaciones.
 
       En la actualidad, el niño crece entre pautas difusas o contradictorias —si acaso se le llega a dar pauta alguna— castigándosele únicamente si logra enfurecer a sus padres y premiándolo, en cambio, en caso de que cumpla con sus propios deberes.
 

       ¿Qué podemos esperar de un niño criado así...? ¿Acaso no esperará siempre —incluso de adulto— que se le premie por realizar lo que es simple y concretamente su deber desde un inicio? ¿Acaso no se sentirá defraudado y resentido si no recibe lo que cree que merece? ¿Hasta dónde se esforzará una persona así por dar lo mejor de sí misma...?
 
       Con el falso criterio de “no corregir y no castigar”, nunca llegamos a formar al niño y con la errónea actitud de pagarle “premios” por cumplir lo que son sus propios deberes, lo corrompemos, enseñándole a “cobrar” por hacer lo que debe.
 
       No es, por tanto, de extrañar que —cuando llegue a mayor— esa persona tenga un precio y se vuelva un mercenario más, recibiendo (y hasta exigiendo) sobornos... puesto que eso es lo que se le ha enseñado desde pequeño.



Postre Torres Gemelas

Esta receta es especial para personas que no saben nada de cocina,

ya que pueden comprar TODOS los ingredientes y llevarse los cumplidos ;-) 



Postre Torres Gemelas


Ingredientes: (1 porción)
1 Disco de Merengue chico
2 Duraznos al Jugo
   Manjar
   Leche
1 Cereza


Preparación:
   Con las manos tritura parte del merengue haciendo como una cama al fondo de la dulcera (dejando dos trozos más grandes aparte). Agrega un poco de jugo de durazno para que absorba el merengue y no quede tan seco.
   Pica en trozos pequeños el durazno y ponlos dentro de la dulcera (dejando unos pocos en forma medialuna para decoración) mezclándolos con jugo de durazno y más merengue.
   Coloca en una taza pequeña manjar y leche (para diluirlo un poco), caliéntalo 15 segundos en el microondas, mezclalo bien y viértelo de a pocos sobre el merengue con los duraznos.
   Vuelva a cubrir con merengue y coloca una segunda mano de manjar.
 
Decoración:
   Los dos trozos más grandes de merengue que habías reservado, agrégalos en forma vertical y decora con los trozos de durazno (en medialuna), esparciendo luego de a poquitos más mezcla de manjar.
   Finalmente agrega la cereza ...y ¡¡¡Listo!!!

 

Un detalle de Jaime Bayly

       digno de «Sí decírselo a todos»


     Mucha gente piensa que a quienes se invita en los programas de televisión se les paga por asistir… tan es así que han habido personas que, incluso, nos han preguntado si nuestro estilo de vida no es un show montado para la televisión, creyendo que lucramos de ello.
     La realidad de las televisoras peruanas es que, por lo general, los invitados tenemos que cubrir hasta nuestros propios medios de transporte al canal o, a lo sumo después de solicitarlo expresa y, muchas veces, hasta insistentemente los productores acceden a pagar la tarifa de la movilidad requerida para llegar hasta allá, la cual, en las ocasiones en las que desean que todos participemos en la entrevista, suelen ser los dos primeros taxis que pillemos al vuelo.
     El día de la entrevista de Jaime Bayly para su programa de aquel entonces «En Directo con Jaime Bayly», Ricardo sería el único que saldría ante las cámaras y, sin embargo, fuimos todas nosotras también invitadas por si deseábamos acompañarlo, no siendo siquiera necesario negociar el medio de transporte al canal, pues se nos enviaría la movilidad hasta las mismas puertas de la casa.
     Lo pintoresco fue que a la hora convenida para el recojo, vimos desde las ventanas de nuestro hogar que todos los vecinos se asomaban a las suyas con tal curiosidad que ya nos tenían a nosotros mismos súper intrigados, pues las murallas que cercaban la casa nos impedían ver lo que estaba ocurriendo allá afuera.
     Recién comprendimos qué era lo que tanto llamaba su atención cuando, al salir de la vivienda y para sorpresa nuestra, en lugar de encontrarnos con una camioneta tipo Van o un par de automóviles, que es lo que acostumbran enviar las televisoras internacionales… ¡nos encontramos con una gran Limousine Blanca, que nos condujo cómodamente hasta el canal cual estrellas de cine! ¡A esas alturas casi podíamos esperar que nos pusieran alfombra roja a la entrada de Andina de Televisión (ATV), donde se realizó la entrevista!
     Un detalle excepcional e inolvidable pues nunca más nos ocurrió algo similar del conocido Escritor y Conductor de televisión peruano Jaime Bayly… un respetuoso, gentil e indiscutible Caballero que corroboró ser cuando lo conocimos en persona dentro del Set de Televisión, mostrándonos así una faceta que, sin dejar de poseer la peculiaridad que lo caracteriza, es algo diferente —y quizás desconocida por muchos— a la del personaje divertido, irreverente y hasta excéntrico que se capta a través de las pantallas de televisión, vía internet o de su conocido libro «No se lo digas a nadie».