"Encuentro la televisión muy educativa.
Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro"
Groucho Marx
La Sangre De La TV No Mancha...
Es un episodio de Los Magníficos (The A Team), una serie de TV que se caracteriza por sus escenas de intensa acción bélica en las que, curiosamente, nadie parece salir muerto. Los personajes disparan, lanzan bombas y hacen estallar vehículos, cuyos ocupantes vuelan por los aires. Los niños contemplan fascinados la pantalla, aplaudiendo cada explosión.
De pronto, el Canal anuncia un Flash:
"Procedemos a transmitir un avance especial que acaba de llegar desde"
(menciona un país del Medio Oriente)... La pantalla nos muestra una planicie desértica por la cual unos soldados conducen a un prisionero. Un soldado — a gritos, en un idioma extraño — pronuncia lo que debe ser una sentencia de muerte, pues, en cuanto termina de hablar, el prisionero es ametrallado. La cámara se aproxima para mostrar con mayor detalle el cuerpo ensangrentado. Los niños contemplan la imagen con detenimiento.
"Y, ahora, continuamos con nuestra Programación habitual..."
Aníbal, el líder de los Magníficos, coloca sonriente un habano en su boca, diciendo:
"¡Me encanta cuando un plan se realiza!".
Los niños ríen...
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Esto que relatamos aquí se repite hoy con creciente frecuencia en la programación actual, en que los Canales de TV —con cada vez menos restricciones, dada la tan defendida (y abusada) "Libertad de Prensa"— se permiten competir en morbosidad mostrando imágenes truculentas bajo pretexto de "informar al público".
Y la violencia rebosa en múltiples formas y campos: Las telenovelas están plagadas de odio, rencor y saña... aunque no lleguen a la sangre (y algunas sí lo hacen). Los dibujos animados ya no nos muestran simpáticos animalitos bailando, sino robots y mutantes destruyéndose a cañonazos. Y podríamos continuar...
Incluso el público es víctima de la "Violencia Informativa" cuando un Canal decide que uno es "noticia vendible" y se entromete —ilegal, pero impunemente— en su vida (vea el artículo titulado "El Poder Del Cuarto Poder").
La Censura brilla por su ausencia... excepto cuando se trata de Erotismo. Y aclaremos: de Erotismo, pero no de sexo sórdido o violento.
Una escena de violación en que los golpes, las groserías y los gritos de terror proporcionan el marco para un grupo de vándalos desgarrando las ropas (y, a menudo, la piel) de una mujer, es "justificable" y "necesaria para la trama"; pero los mismos Canales que difunden tal sadismo prontamente rechazarán una escena que muestre a una pareja desnuda haciéndose el amor, alegando que "corrompería los valores morales".
Artículo publicado en la Revista Enfoques Excepcionales en Chile 1994
Lastimosamente, hoy en día es más simple brindar programas televisivos que no enseñen nada; lo entiendo por parte de los adultos que desean un poco de entretenimiento luego de una jornada de trabajo pesada, pero... ¿y los niños y los adolescentes? A los padres les toca formarlos siempre y cuando REALMENTE les interese lo que sus hijos miren, lo que hacen y lo que aprenden sus hijos.
ResponderBorrarCésar